En general, los adolescentes confían más en el contenido sobre temas de salud publicado por amigos y sus pares que por usuarios desconocidos. Según la investigación, esto se debe a que necesitan más su red de apoyo social y se preocupan por la privacidad y seguridad, es decir, los adolescentes a menudo navegan con cierta tensión entre el anonimato y las preocupaciones de privacidad relacionadas con compartir información sensible. Además, las experiencias negativas pasadas y la percepción de las redes como un entorno potencialmente hostil en el que pueden sufrir ciberacoso afectan a la disposición para interactuar en línea con contenido de salud.
Igualmente, el estudio halla que la confianza en el contenido relacionado con la salud que se publica en las redes sociales se ve influenciada por el tono, la credibilidad y la verificación de las fuentes e identifica la necesidad de que las organizaciones de salud lleven a cabo estrategias para comunicar eficazmente información.
¿Qué estrategias pueden implementar estas organizaciones para aumentar la confianza de los jóvenes en la información de salud compartida en las redes sociales?
Para aumentar la confianza, las organizaciones de salud pueden implementar varias estrategias efectivas. Estas incluyen:
- Uso de «influencers» y expertos: las organizaciones pueden colaborar con «influencers» o figuras públicas que tienen la capacidad de normalizar y validar temas de salud, proporcionando un punto de referencia confiable para los adolescentes. Es importante que estos mismos «influencers» sean percibidos como auténticos y sinceros en sus mensajes sobre salud, ya que esto puede aumentar la confianza de los jóvenes en la información compartida.
- Contenido visual atractivo: crear videos y contenido visual que sea simple, claro y fácil de entender puede ser más atractivo para los adolescentes. Esto no solo mejora la accesibilidad de la información, sino que también capta mejor su interés, haciéndolos más propensos a confiar en este contenido.
- Transparencia y verificación: establecer procesos claros para verificar la información puede generar confianza. Por ejemplo, utilizar marcas de verificación o indicar las credenciales de los expertos detrás del contenido puede ayudar a que los adolescentes sientan que la información es de confianza. Las organizaciones deberían considerar la posibilidad de contar con un espacio donde solo los profesionales de la salud puedan publicar información.
- Fomentar la interacción social: las plataformas de redes sociales pueden ser utilizadas para construir comunidades de apoyo y grupos donde los adolescentes puedan compartir sus experiencias y recibir respaldo social. Esto puede ayudar a que se forme una red de confianza entre los jóvenes y los adultos que les brindan información.
¿Cómo influyen las experiencias pasadas de los adolescentes con el ciberacoso en su interacción con contenidos de salud en las redes sociales?
Los autores del estudio encontraron que muchos adolescentes expresaron su reticencia a compartir y ser identificados con información de salud en línea debido al miedo al acoso, el estigma o el juicio. Este temor se intensifica por la naturaleza pública de las redes sociales, que permite que los acosadores envíen respuestas abusivas. Algunos adolescentes se preocupan no solo por las personas desconocidas, sino también por las reacciones de amigos y familiares, lo que afecta su disposición a compartir información de salud sensible.
Por otra parte, el miedo a las críticas y al acoso en las redes sociales puede inhibir la confianza de los adolescentes al interactuar con contenido de salud, llevando a una mayor desconfianza hacia las respuestas de los demás. Esto puede deberse a la sensación de que el entorno en línea es hostil, especialmente para aquellos jóvenes que ya experimentan vulnerabilidades relacionadas con su salud mental o condiciones crónicas.
¿De qué manera se puede mejorar la comunicación para aumentar la confianza entre los usuarios adolescentes?
Los dos aspectos fundamentales para lograr una comunicación eficaz es optimizar tanto el tono como los elementos visuales. Se propone:
- Tono divulgativo y accesible: Los adolescentes tienden a confiar en la información que es clara y fácil de entender. Un tono directo y no académico mejora la accesibilidad, evitando un lenguaje que pueda resultar «pesado» o educativo, lo que podría alejar a los jóvenes de la información.
- Elementos visuales atractivos: Se debe priorizar la creación de contenido visual que sea llamativo y de buena calidad. Los adolescentes confían más en los videos que en las imágenes fijas, ya que consideran que los videos son más atractivos y menos manipulables que las fotografías, que son más susceptibles a la edición. Esto permite que el contenido se presente de manera más dinámica y atractiva.
- Evidencia de profesionalidad: Es importante que los gráficos y el diseño general del contenido reflejen un nivel de profesionalismo alto. Los adolescentes valoran información que se presenta de manera estética y bien elaborada, ya que la calidad visual puede influir en su percepción del contenido.
- Claridad sobre la fiabilidad de las fuentes: Proporcionar información sobre los expertos que respalden el contenido, así como evidencias de validación (como la verificación de cuentas), puede aumentar la confianza de los adolescentes en la información de salud.
Para saber más:
- Freeman, J. L., Caldwell, P. H. Y., & Scott, K. M. (2023). How Adolescents Trust Health Information on Social Media: A Systematic Review. Academic pediatrics, 23(4), 703–719. https://doi.org/10.1016/j.acap.2022.12.011
