El artículo Weaponized Health Communication: Twitter Bots and Russian Trolls Amplify the Vaccine Debate, publicado en 2018, afirma que, a pesar del gran potencial de las redes sociales para difundir información objetiva, se abusa a menudo de ellas para difundir contenidos que pueden perjudicar la salud. Una consecuencia directa de la exposición de los usuarios de redes sociales a la información negativa puede ser la reducción de las tasas de vacunación. Precisamente, las personas que rechazan la vacunación tienen una presencia muy significativa en las redes. Esto puede aumentar las dudas de muchos padres que creen más lo que dice internet que lo que les pueda contar su médico.
Tal y como afirman los autores, la investigación en salud pública se ha centrado más en la lucha contra el contenido anti vacunas en línea que en los agentes que producen y promueven este contenido como son los bots y los trolls.
Ante la aparición de casos de sarampión, las paperas y la tosferina se hace necesaria la importancia de combatir la información falsa sobre las vacunas que circula por las redes. Mucha de esta información errónea sobre la salud puede ser promulgada por los «bots» —cuentas que automatizan la promoción de contenido— y los «trolls» – individuos que tergiversan sus identidades con la intención de promover la discordia. El tipo de estrategias para desinformar en línea que utilizan ambos es variado, pero la que resulta más efectiva es la de la amplificación, es decir, la que busca crear impresiones de falso consenso a través del uso de robots y trolls. En el estudio se analiza el papel que estos desempeñan en la difusión del contenido relacionado con la vacunación a partir del alcance de 1 793 690 tuits recopilados desde el 14 de julio de 2014 hasta el 26 de septiembre de 2017 que emitieron bots y trolls en Twitter.

En primer lugar, los investigadores examinaron si los robots y trolls de Twitter publican tuits sobre las vacunas con mayor frecuencia que los usuarios promedio de Twitter para saber el impacto de los mensajes de polarización y antivacunas. Después examinaron las tasas con las que cada tipo de cuenta tuiteaba mensajes a favor de la vacuna, en contra o era neutral. Por último, identificaron el hashtag #VaccinateUS utilizado únicamente por los trolls rusos y usaron métodos cualitativos para describir su contenido. Este hashtag fue creado para promover el enfrentamiento entre los que están a favor o en contra de las vacunas y fue usado como problema político. Los tuits de #VaccinateUS se identificaron de manera única con las cuentas de trolls rusos vinculados a la Agencia de Investigación de Internet, una compañía respaldada por el gobierno ruso que se especializa en operaciones de influencia en línea.
Uno de los resultados del estudio fue que un 93% de los tuits sobre vacunas son generados por cuentas de bots que tuitean preferentemente información falsa sobre las vacunas.
Otro aspecto que resalta el estudio es que los mensajes que contienen el mencionado hashtag están escritos con errores gramaticales y frases irregulares. Sin embargo, los mensajes de VaccinateUS contienen menos errores de ortografía y no presentan enlaces a contenido externo, comentarios extraños ni imágenes.
Igualmente, es interesante el análisis del contenido temático de los mensajes con ese hashtag. Los emisores de estos tuits tienen conocimiento de los argumentos a favor y en contra de la vacunación, pero existen diferencias en la formulación de los mensajes. Tal y como se afirma en el estudio, los autores de los mensajes de VacccinateUS tienden a relacionar los mensajes con la política de los EE. UU. Y con frecuencia apelan a términos como «libertad» o «democracia» sobre «elección de los padres» para influir en las emociones de los ciudadanos.
También es llamativo que los mensajes antivacuna con #VaccinateUS a menudo hacen referencia a teorías de la conspiración. Estas teorías tienden a dirigirse a una variedad de colectivos culpables como por ejemplo agencias gubernamentales específicas u organizaciones secretas. Sin embargo, los mensajes de VaccinateUS se dirigen casi exclusivamente al gobierno de los Estados Unidos. Además, estos mensajes incluyeron argumentos relacionados con aspectos raciales o religiosos, temas que provocan confrontación en EE.UU.
En relación a los trolls rusos y los bots de Twitter, ambos publican más contenido sobre la vacunación que el usuario promedio. La estrategia que utilizan es la de la promoción repetitiva de la discordia en temas controvertidos, de esta manera normalizan un tema para que el ciudadano cuestione el consenso científico sobre la eficacia de las vacunas.
También hay que tener en cuenta aquellos que difunden malware, el contenido comercial no solicitado y otros materiales disruptivos que generalmente incumplen los términos de uso de Twitter. Estos publican mensajes en contra de las vacunas con un 75% más de frecuencia que el usuario promedio de Twitter. Esto sugiere que los opositores a las vacunas pueden difundir mensajes utilizando redes bot diseñadas principalmente para la comercialización. Por el contrario, los spambots, que pueden ser fácilmente reconocidos como no humanos, tienen menos probabilidades de promover una campaña anti vacuna ya que su objetivo es aumentar el número de clics a través de la difusión de contenido relevante para conseguir mayores ingresos económicos.
La conclusión del estudio es que la mayoría del contenido anti vacuna es generado por cuentas de bots y trolls y sugiere que haya más investigación para que los profesionales de la salud combatan los mensajes que aquellos difunden, especialmente los de los trolls, que son los que generan el debate y la discordia.
Para saber más:
- David A. Broniatowski, PhD, et al. “Weaponized Health Communication: Twitter Bots and Russian Trolls Amplify the Vaccine Debate”, American Journal of Public Health 108, no. 10 (October 1, 2018): pp. 1378-1384.